La hoja de Coca en el Imperio Incaico:


La coca es una planta oriunda del Perú que se presenta en zonas húmedas y de clima subcálido y cálido a una altura de 1500 y 1900 m.s.n.m.[1] Esta planta comenzó a ser usada desde hace mucho tiempo, aproximadamente 500 años d.C.[2] en las culturas Pre Incas e Inca. Es importante resaltar que el consumo de la hoja de coca en las culturas Pre Inca fue una acción muy propagada y realizada por toda la población en general y fue usado como un calmante de diversos dolores y estimulante para el trabajo muscular.[3] Sin embargo, cuando el Imperio Inca fue expandiéndose hacia el norte, el consumo de este producto fue restringido, ya que el Estado Inca controlaba los productos de mayor valor en el Imperio. Asimismo, el Estado Inca prohibió el consumo y uso de esta planta al pueblo bajo pena de ley.[4] Debido a este acontecimiento, el Estado se apoderó de un gran porcentaje de las cosechas y chacras de coca de los pobladores.[5] Entonces, los personajes que consumían la hoja de coca eran el Inca, sus parientes y algunos curacas.[6] A pesar de eso, la coca era almacenada en las colcas para luego ser utilizada en tiempos de guerra; caso contrario, se la redistribuía en partes iguales a la población en caso de escasez de alimentos.[7]

En esta época, las personas encargadas de labrar las chacras de coca pertenecientes al Inca eran los criminales debido a que había un gran porcentaje de humedad y calor en esas zonas, por lo que hacían recoger las hojas de esta planta a los criminales como forma de castigo.[8]

Por otro lado, se ha señalado que el Inca obsequiaba esta hoja a determinadas personas como una forma de de estima y favor imperial.[9] Un gran ejemplo de ello se encuentra en una crónica española de 1570 donde se señala que el inca Huayna Capac tenía la costumbre de otorgar pequeñas bolsas con hojas de coca a sus servidores predilectos.[10] Otro ejemplo se evidencia en la revista Bolivariana de Cultura:

“Garcilaso de la Vega, al relatar la leyenda de los hijos del Sol que fundaron el Imperio, señaló que éstos habían ofrendado hojas de coca y enseñado al pueblo que éstas podían ser utilizadas para matar el hambre, eliminar el cansancio y permitir que el desdichado olvide sus desgracias.” (Encuentro, 1995).

Asimismo, en el área política, el Inca regalaba coca a los representantes de los pueblos que habían sido sometidos por ellos.[11] Esto resultaba ser una muestra de liderazgo por parte del que obsequiaba. Además, la coca constituye un “(…) medio de cohesión social en el mundo andino.” (Revista Ser Indígena, 2005) Lo cual, quiere decir que es importante para relacionarse socialmente.[12]
La hoja de coca era considerada como una “planta mística” a la que el Inca solo podía tener acceso y era de uso religioso[13], lo cual se evidencia en los sacrificios que realizaban con el fin de que sus ancestros los protejan y las apachetas les concedan vencer las dificultades de sus jornadas.[14] Además, los incas pronosticaban los augurios observando cómo después de haber mascado y escupida la coca en la mano con los dedos abiertos fluía.[15]
Por otra parte, en el Imperio Inca, los pobladores tenían que entregar tributos al Inca a través de la fuerza de trabajo y, ahí, también, se observa la presencia de esta planta divina, ya que, habían ciertos indios que tributaban sembrando y cosechando las chacras de coca del Inca y de los curacas.[16]

En el área económico, el comercio inca no se daba por una moneda, ya que ésta no existió en esta civilización, por el contrario, se realizaba el trueque o intercambio de productos. Así, el pueblo Inca realizaba trueques con otros pueblos donde intercambiaban hojas de coca por charquis de venado, papas secas, ají y algodón.[17]

A pesar de que el uso de la hoja de coca estaba restringido, el Estado Inca fueron administrados a los chasquis, jóvenes corredores que formaban parte del sistema postal, quienes fueron sus máximos consumidores no reales debido a que esta planta evitaba la fatiga y, así, ser mas veloces.[18]
Durante la decadencia del Estado Inca, el consumo de la hoja de coca se divulgó en todo el pueblo, dejando de ser un vicio para convertirse en un hábito diario de los pobladores , los cuales poseían sus pequeños cocales.[20]

En conclusión, en el Imperio Inca existió un monopolio de la coca por parte del Estado debido a que la hoja de coca representaba un gran valor para esta cultura. Además, es un elemento clave en el sistema administrativo Inca, ya que se evidencia en los tributos en fuerza de trabajo por parte del pueblo.


[1] Cfr. Tauro 2001: 692.
[2] Cfr. Magazine Mind-surf s/f.
[3] Cfr. Rospigliosi 2004: 102.
[4] Cfr. Rospigliosi 2004: 104 y 107.
[5] Cfr. Rospigliosi 2004: 106.
[6] Cfr. Perú Natural s/f.
[7] Cfr. Ser Indígena 2005.
[8] Cfr. Tauro 2001: 694.
[9] Cfr. Rospigliosi 2004: 103.
[10] Cfr. Rospigliosi 2004: 104.
[11] Cfr. Museo de la Coca s/f.
[12] Cfr. Ser Indígena 2005.
[13] Cfr. Rospigliosi 2004: 104.
[14] Cfr. Tauro 2001: 694.
[15] Cfr. Ser Indígena 2005.
[16] Cfr. Valcarcel 1964: 61.
[17] Cfr. Mayer 2004: 88.
[18] Cfr. Viguera 2010: 20.
[19] Cfr. Rospigliosi 2004: 105.
[20] Cfr.Viguera 2010: 20.





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